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A la izquierda: Jeff Koons, Balloon Dog (Magenta). Tomada de Museo Jumex. A la derecha: Marcel Duchamp, Fuente, 1917. Tomada de Pinterest.

Duchamp y Koons en el Museo Jumex. Código selecciona sus obras más controvertidas

Lista 21.12.2018

Con motivo de la anunciada exposición sobre Marcel Duchamp y Jeff Koons en el Museo Jumex, seleccionamos sus piezas más polémicas.

A partir del 17 de mayo de 2019, habrá una exposición con obras de Duchamp y Koons en el Museo Jumex, ambos artistas seminales para el arte contemporáneo. Bajo el nombre Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, Massimiliano Gioni —curador del New Museum, y quien estuvo a cargo de la 55 Bienal de Venecia (2013), hará un paralelismo entre obras de ambos artistas para abordar conceptos relacionados con la objetualidad, el mercado y la relación de los artistas con la sociedad.

En esta entrega, Código selecciona piezas de ambos artistas que además de ser polémicas, dejan patentes las estrategias con las cuales renovaron el mundo del arte.

 

Marcel Duchamp (Blainville-Crevon, 1887-Neuilly-sur-Seine, 1968) 

Nacido en la época de las vanguardias, Marcel Duchamp es una de las figuras centrales para el desarrollo del arte contemporáneo y es, sin duda, uno de los artistas más importantes del siglo XX. Relacionado con el dadaísmo y el surrealismo, Duchamp revolucionó la idea de lo que representa un objeto en el arte a través del ready-made.

 

Desnudo bajando una escalera (No.2) (1912)

Desnudo… fue la primera obra que colocó a Duchamp en el centro de la polémica, luego de que el artista enviara el cuadro a la exposición del Salón de los independientes en París y éste fuera rechazado por el comité bajo el argumento de que «un desnudo nunca baja las escaleras —un desnudo se reclina».1

Aunque la pintura tenía aspectos afines a los planteamientos de movimientos de vanguardia como el cubismo y futurismo, su exposición en el Salón de la Sección d’Or en octubre de 1912 y en la Exposición Internacional de Arte Moderno en el National Guard, en Nueva York durante 1913, trajo fuertes críticas y burlas en la prensa.

Sin embargo, Marcel Duchamp no pretendió hacer visible un cuerpo femenino en Desnudo… por sí mismo, sino representar el movimiento, algo que en la época ya estaba en discusión gracias a las secuencias animadas de Étienne-Jules Marey en Francia, Eadweard Muybridge y Thomas Eakins en Estados Unidos, y al desarrollo del cine de los hermanos Lumierè.

Pintura abstracta.

Marcel Duchamp, Desnudo bajando una escalera (No.2), 1912. Tomada de Pinterest.

Rueda de bicicleta (1913, 1916-1917, 1951)

Concebida sin mayores pretensiones excepto la experimentación, Rueda de bicicleta fue el principio de lo que Duchamp llamaría posteriormente ready-made: término inventado para explicar una forma de producción que no tenía ningún deleite estético como prioridad,2 el cual tuvo profundas consecuencias en todos los campos del arte moderno y contemporáneo.

Respecto al ready-made, Octavio Paz lo definió como:

«[…] objetos anónimos que el gesto gratuito del artista, por el solo hecho de escogerlos, convierte en obras de arte. Al mismo tiempo, ese gesto disuelve la noción de objeto, de arte […] La abundancia de comentarios sobre su significación —algunos, sin duda, habrán hecho reír a Duchamp— revela que su interés no es plástico sino crítico o filosófico».3

Por su condición reproductible y materiales de fácil adquisición, Duchamp realizó tres versiones de la misma idea.

Marcel Duchamp, Rueda de bicicleta. Archivo.

La novia desnudada por sus solteros (El gran vidrio) (1915-1923)

La novia desnudada por sus solteros fue el trabajo más ambicioso de Duchamp, al cual le dedicó casi diez años y cuyas innumerables notas y bocetos compiló en La caja verde4 (1934) son testimonio de su obsesión por la obra.

Mejor conocida como El gran vidrio —debido a que el artista usó placas de vidrio como soportes donde colocó diferentes materiales—, Duchamp la concibió como una «imagen divertida» de connotaciones eróticas, pero que buscaba subvertir la condición estática de la pintura como objeto material y de contemplación, al grado de buscar otras formas de referirse al trabajo en proceso. Al respecto, Duchamp escribió en las notas de La caja verde:

«Emplear retraso en lugar de cuadro o pintura: cuadro sobre vidrio se convierte en retraso en vidrio —pero retraso en vidrio no quiere decir cuadro sobre vidrio.

Es simplemente una manera de llegar a dejar de considerar que la cosa en cuestión [El gran vidrio] es un cuadro».5

Después de declarar en 1923 que La novia desnudada…  era un trabajo «definitivamente inacabado»6, Duchamp expuso la pieza en el Museo de Brooklyn entre 1926 y 1927, en donde fue dañada por un manejo accidentado en su transporte. Irónicamente, al notar las grietas en el vidrio, Duchamp declaró que la obra por fin estaba terminada.

Pintura en vidrio.

Marcel Duchamp, La novia desnudada por sus solteros (El Gran Vidrio), 1915–1923. Tomada de Pinterest.

La fuente (1917)

En 1917, Marcel Duchamp fue miembro de la Sociedad de Artistas Independientes en Nueva York, organización que anualmente realizaba una exposición y abría sus puertas a cualquier artista que atendiera a la convocatoria y cubriera los costos de admisión. La Sociedad, a favor de una perspectiva más amplia del arte, nació como resistencia a la anquilosada valoración del arte de la Academia Nacional de Diseño.

Bajo el seudónimo de R. Mutt, Duchamp presentó Fuente; obra «hecha» a partir de un urinal de cerámica, que estaba firmado por el artista con pintura negra. La controversia no se hizo esperar: la mayor parte de los miembros del comité de la Sociedad se negó a exponer la obra, teniendo únicamente como defensores al propio Marcel Duchamp y a Walter Conrad Arensbergcoleccionista de arte.

Al respecto, Duchamp argumentó que la obra estaba en total apego a los estatutos de la convocatoria: tenían ante ellos la obra de un artista, que pagó su membresía a la Sociedad y el costo de la inscripción. Por tanto, ésta tenía que estar en la exposición.7

A pesar de los debates, la Sociedad logró retirar la obra de la exposición, pero Duchamp reveló algo impactante: la concepción del arte de la Sociedad de Artistas Independientes no estaba tan alejada del conservadurismo de la Academia.

Urinal.

Marcel Duchamp, Fuente, 1917. Tomada de Artnet.

Aire de París (1919)

Walter Conrad Arensberg fue mecenas de Marcel Duchamp durante la década de 1920. El acuerdo de mecenazgo entre ambas partes dictaba que Arensberg sería dueño de toda la producción que Duchamp realizara a cambio de una pensión mensual. Pero, debido a la pasión del artista por el ajedrez, Duchamp pasaba meses sin generar una sola pieza.

Las anécdotas recopiladas en diversas fuentes indican que Arensberg atribuyó el desinterés de Duchamp por el arte a la falta de inspiración en Nueva York, por lo que le ofreció financiarle un viaje a París para que regresara con un poco de «el aire parisino»; una forma de referirse a las tendencias europeas que circulaban por las galerías y el mercado del arte francés.

En la capital francesa, Duchamp se dedicó principalmente a seguir jugando ajedrez y a su vuelta a Nueva York, el artista le entregó a Arensberg una sola obra: una ampolleta hecha por un farmacéutico francés que contenía 50 centímetros cúbicos del aire de París que se le había encomendando buscar.

Más allá de la anécdota, Aire de París muestra la fragilidad de la inspiración como concepto; insuficiente para sustentar y explicar los procesos creativos.

Desde su destrucción accidental en la década de 1940, se han realizado tres réplicas.

Ampolleta de vidrio.

Marcel Duchamp, Aire de París, 1919. Tomada de Christie’s.

 

Jeff Koons (Pensilvania, 1955) 

Con estudios en el Maryland Institute College of Art de Baltimore y en la School of the Art Institute of Chicago, Jeff Koons trabajó de joven como corredor de bolsa en Wall Steet para así financiar su trabajo artístico.8  A partir de la década de 1980 —además de producir y exponer—, el artista empezó a comprar publicidad pagada en revistas y espectaculares, a hacer campañas para marcas de moda y de bebidas alcohólicas; también se asesoró por expertos en relaciones públicas, con lo que su carrera consiguió un ascenso meteórico.

Su trabajo, en el que aborda temas como el sexo, el deseo, la fama y los mass media ha estado más de una vez en el centro de las controversias; aunque también es reconocido por explorar —junto con Damien Hirst o Takashi Murakami— las posibilidades del arte como espectáculo.

 

Michael Jackson y Bubbles (1985)

Interesado en los alcances de la cultura popular y en explorar cómo mediante el arte puede crearse una comunicación con las masas, Jeff Koons realizó en la década de 1980 una serie de piezas bajo el título Banality, en las que utilizó materiales como la madera policromada, el cristal y la porcelana.

A esta serie pertenece la pieza Michael Jackson and Bubbles, una estatua de porcelana recubierta con hoja de oro que muestra a Michael Jackson y a su chimpancé mascota en tamaño natural, en una pose que nos recuerda a las Maddonas con niño de los grandes maestros. Aunque muchos la tacharon de terrorífica, el mismo Michael colaboró para la factura de la pieza, enviando numerosos retratos al artista durante el proceso.

Sobre el arte dirigido a las masas, Koons explicó en una entrevista publicada en los 80 en Flash Art: «La idea de capturar a la gran audiencia y, además, mostrar arte de primer nivel es primordial. Mi trabajo apela a la cultura general: no hay ningún requerimiento previo, así como la televisión. Cuento una historia sencilla de entender y, hasta cierto punto, disfrutar. Cada objeto y su contexto están interconectados y, dependiendo de cuánto el espectador quiera entrar en ellos, le pueden sacar más y comenzar a pensarlos en términos de un vocabulario académico con ideas abstractas y contextuales, en lugar de una perspectiva sensacionalista o personal».

Escultura de Michael Jackson. Duchamp y Koons en el Museo Jumex

Jeff Koons, Michael Jackson and Bubbles, 1988. Tomada del SFMoMA.

Serie: Balloon Dog

Expuestos en numerosos emplazamientos públicos como el Rockefeller Center, Central Park, afuera del Palazzo Grassi en Venecia, afuera del Museo Guggenheim de Bilbao; en exposiciones individuales y colectivas; y utilizado en proyectos con marcas comerciales como H&M, Bernardaud e imm Living, entre otras, los Balloon Dogs son de las piezas más emblemáticas de Koons. En 2013 una de estas piezas monumentales (Orange) se subastó en Christie’s de Nueva York, por más de 58 millones de dólares, convirtiéndose así en una de las piezas más caras compradas a un artista vivo; sin embargo, es posible obtener réplicas por unos 50 dólares en imm Living, o un bolso de producción limitada fruto de sus colaboración con H&M por unos 200 dólares en Ebay.

Escultura de un muñeco de globo. Duchamp y Koons en el Museo Jumex

Jeff Koons, Ballon Dog (Orange). Tomada de jeffkoons.com

One Ball Total Equilibrium Tank (1985)

Jeff Koons —al igual que muchos artistas contemporáneos— ha cambiado la labor íntima y manual en el estudio, por el trabajo con una tropa de colaboradores especializados que pueden llevar a cabo sus ideas. En algunas de estas colaboraciones sobresale el trabajo con científicos. Para esta pieza, en la que vemos un balón de básquetbol suspendido exactamente al centro de un estanque, Koons recibió la ayuda del doctor Richard P. Feynman, ganador del Nobel de Física en 1965.

El artista había probado anteriormente ajustando la composición y pureza del agua, pero indefectiblemente el balón flotaba y salía a la superficie. Para lograr tal desafío técnico, el científico realizó una mezcla de sodio en grado reactivo altamente puro, que fue colocado en capas para que el agua más pesada quedara en el fondo, mientras la liviana se mantenía en la parte superior. Este arduo e intrincado proceso debe llevarse a cabo cada vez que la pieza es expuesta, ya que el agua tiende naturalmente a homogeneizarse, y el balón cambia de lugar.

Una pieza de esta misma serie, pero con tres balones (Tanque de tres balones en total equilibrio, 1986), pertenece a la Colección Jumex.

Pelotas sumergidas. Duchamp y Koons en el Museo Jumex.

Jeff Koons, Tanque de tres balones en total equilibrio (Dos Spalding Shaq Attaq, un Spalding NBA Tip-Off), 1986. Imagen tomada de la página de la Colección Jumex.

Play-Doh (1994-2014)

Inspirado por su hijo, quien apiló varios colores de masa Play-Doh cuando era pequeño y le mostró orgulloso su creación al artista—, Jeff Koons se dio a la tarea de emular esta pieza en la que él encontraba libertad, creatividad y un «arte libre de juicios»; un sentimiento que, ha dicho, quisiera emular todos los día después de realizar una obra de arte. Sin embargo, terminar la pieza le tomaría dos décadas de proceso antes que pudiera exhibirla en su retrospectiva del Museo Whitney (Jeff Koons: A Retrospective, 2015).

Hecha con aluminio policromado, y con una altura de poco más de tres metros, la escultura fue mostrada —en una versión no terminada— a los coleccionistas Bill y Marie Bell en 2004, quienes se comprometieron a comprarla y financiarla a partir de entonces.

Durante las dos décadas que duró el proceso, Koons y sus colaboradores trabajaron para que las grietas y texturas se vieran perfectas; iguales a las de la creación de su hijo.

Montaña de plastilina. Duchamp y Koons en el Museo Jumex.

Jeff Koons, Play-Doh, 1994-2014. www.thetaxcollection.com

Bouquet of Tulips (2016) 

A finales de 2016, Koons ofreció a la ciudad de París un regalo. Se trataba de la pieza Bouquet of Tulips —hecha en bronce, con un peso de 30 toneladas y 11 metros de altura— que se supone rendiría homenaje a las 130 víctimas de los atentados de 2015 en esa ciudad.

El regalo y todas las secuelas que éste ha traído, han mantenido a Koons bajo los reflectores mediáticos. La polémica abarcaba varios aspectos: en principio, la obra nunca fue comisionada, y por momentos ni el ayuntamiento de la ciudad de París ni los parisinos parecían muy felices con el gesto. Además, el publicitado artista, si bien regalaba la pieza, no pensaba correr con los gastos de la producción ni de la instalación, estimada en 3.5 millones de euros, y la ciudad de París debía depender de patronos para sufragar esos costos. Había otra exigencia: Koons deseaba que el regalo fuera colocado afuera del Palais de Tokio; pero la institución, después de un estudio, determinó que los cimientos de esa localización, no eran aptos para sostener el peso de la escultura de Koons.

Después de dos años de declaraciones (la mayoría de rechazo) de parte de intelectuales y políticos franceses y del público en general mediante las redes sociales, de gestiones, y de varios estira y afloja de parte de Koons y de las autoridades francesas, finalmente en octubre de este año se llegó a un acuerdo: la pieza se colocará en los alrededores del Petit Palais, un edificio histórico que alberga al museo de la municipalidad.

1 Ann Temkin, Philadelphia Museum of Art: Handbook of the Collections, 1995, Pág. 307.

2 «Hay un punto que quiero establecer muy claramente y es que la elección de estos ready-mades nunca me vino dictada por ningún deleite estético». Marcel Duchamp, Duchamp du Signe. Escritos, Editorial Gustavo Gili, S.A., Barcelona, España, 1978. Pág. 164.

3 Octavio Paz, Apariencia Desnuda. La obra de Marcel Duchamp, Alianza Editorial; Primera edición, 1989; Quinta reimpresión, 2008. Madrid, España. Pág. 31.

4 Compilado de notas con un tiraje de 300 ejemplares.

5 Marcel Duchamp, Duchamp du Signe. Escritos, ibid. Pág. 37

6 «Satisfied with the result and the appearance of the eerily symmetrical cracks in the upper and lower sections of the work, he declared it finished». Carlos Basualdo, Philadelphia Museum of Art: Handbook. Philadelphia: Philadelphia Museum of Art, 2014, Pág. 340–341.

7 La convocatoria para unirse a la Sociedad de Artistas Independientes indicaba: No hay requisitos de admisión  a la Sociedad excepto la aceptación de sus principios y el pago de un dólar por la membresía y 5 de cuota anual. Rudolf Kuenzli y Francis M. Naumann, Marcel Duchamp. Artist of the Century, The MIT Press; Primera edición, 1990; Cuarta reimpresión, 1996 –Estados Unidos. Pág. 67

8 Ann Landi, « Top Ten ARTnews Stories: How Jeff Koons Became a Superstar», en ArtNews. [Consultado el 20 de diciembre de 2018. Disponible en línea.

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SFMOMA Gorgeous Michael Jackson and Bubbles EX 2014.1.15 Michael Jackson and Bubbles, 1988, by Jeff Koons (American, b. 1955). Ceramic, glaze, and paint. Collection SFMOMA, Purchase through the Marian and Bernard Messenger Fund and restricted funds, 91.1. © Jeff Koons.