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Arte en la red. Reflexiones y estrategias. Parte I

Especial 23.08.2020

En esta entrega invitamos a galeristas, directores de museos y críticos de arte a reflexionar sobre la experiencia del arte en el entorno digital.

Uno de los efectos que el COVID-19 ha traído es la intensificación de actividades que se llevan a cabo en el entorno digital. Tal ha sido el caso de la mayoría de los programas públicos relacionados con el arte y la cultura.

No es que antes el arte no haya estado ya en contacto con el mundo digital. De hecho desde fines del siglo pasado varios artistas empezaron a usar internet como herramienta creativa; y en esta década no solo ha sido un formato asimilado a las prácticas artísticas sino uno de los más frecuentes para su difusión.

Con la contingencia actual, varios centros culturales, al verse imposibilitados de recibir a sus públicos, mudaron sus programaciones o crearon nuevas actividades para verse específicamente en línea.

Hoy, algunos museos y galerías están retomando, poco a poco, algunas de sus actividades —llevadas a cabo con protocolos y medidas de seguridad sanitaria hasta ahora inéditas—. Como aún no es nada claro si llegará el momento en el que volveremos a una normalidad parecida a la que vivíamos antes de la contingencia sanitaria, es de prever que espacios como museos y galerías continuarán apoyando su programación con álbumes de imágenes, visitas guiadas en video y con otros formatos digitales promover la experiencia del arte.

Aún es pronto para conocer todos los efectos que la pandemia tendrá en las disciplinas creativas, pero en este especial invitamos a galeristas, directores de museos, críticos de arte y escritores a reflexionar sobre los efectos del COVID-19 en su quehacer cotidiano, y sobre la experiencia del arte en la red.

El orden es alfabético y presentamos este especial en dos partes.

ALMANAQUE fotográfica | Arturo Delgado, galerista

Foto: Cortesía.

—Experimentar el arte a través de la red ha sido una tendencia en ascenso en las últimas décadas, que la contingencia sanitaria ha exacerbado. Ferias, museos y demás eventos culturales y artísticos han tenido que mudar sus programas al entorno digital. En este contexto, ¿que ha representado para ALMANAQUE fotográfica? ¿Qué crees que supone esta nueva realidad para la experiencia estética?

Un reto en pleno proceso, hablando de la escena del arte nuevo o emergente; por un lado los artistas crearán exprofeso más y mejor arte digital, arte que está precisamente pensado para habitar ese espacio y para todo lo demás, poco a poco encontraremos formas renovadas de disfrutar la eternamente imbatible realidad real. Crearemos formatos más pequeños de exhibición, curadurías más accesibles, espacios más ventilados y seguros, precios más accesibles para formatos alternativos. 

Probablemente haya un renacimiento de la experiencia más auténtica: la experiencia estética. Es decir, lo virtual, seguirá siendo una herramienta cada vez más robusta e importante para acceder posteriormente a la realidad real.

El mundo virtual se opone a la idea central de la experiencia estética que ocurre solo con la participación emocional del espectador. Disfrutar, apreciar y gozar algo tan complejo como es el arte, no es igual que ver Facebook. Requiere tiempo, atención y disposición del espectador.

Instagram es instantáneo por lo que disfrutar online una obra de arte —pensemos en cualquier escultura, pintura o una foto de gran formato— es difícil, pues se suprimen tanto el contexto, como los cuatro sentidos adicionales a la vista, se pierde la proporción y la textura, se eliminan la interlocución, el lugar y el tiempo. Es decir, lo virtual coloca a la obra de arte en la misma categoría que la imagen que lo antecede y la que lo precede, sea un anuncio de un banco, la junta zoom de la chamba o la foto de un gatito; se pierde [así] la propuesta de un nuevo artista, quizá maravilloso, que —al no poder ser experimentado estéticamente en un museo o en una galería— […] se ahogará en el océano de las imágenes en las pantallas. La obra de arte es precisamente aquella que saltó de lo virtual a lo real y se disfruta con todos los sentidos.

El mundo virtual para las propuestas muy conocidas es posible que funcione; para los proyectos que apostamos por el arte nuevo o emergente, el reto es captar la atención estética y real del espectador en los medios electrónicos, porque no están hechos para ello. Las redes sociales son para distracción inmediata, no para atención profunda.  Es como querer tomar agua en un plato, escuchar una sinfónica con los audífonos de un avión.

Jeff Koons o la fuente de Duchamp ya no necesitan tanta difusión y ojalá el espectador sea sensible, pero sobre todo curioso para conocer y disfrutar propuestas nuevas que suceden en su tiempo, que cuestionan el presente y describen el zeitgeist; es decir, lo contemporáneo y que por ser nuevo, requiere de tiempo y atención pues será recompensado con un gozo auténtico y emociones personales e íntimas.

 

—Las versiones en línea, ¿son una opción para mantener activo el mercado del arte y el sistema de ferias? ¿Y cuáles son los mayores retos de estos formatos?

Por un lado hay un reto técnico clarísimo, pues si algo demostró la explosión de ferias virtuales, subastas o inauguraciones online, es que de nada sirven las buenas ideas si están mal ejecutadas. Es natural que siendo la primera vez muchas plataformas fallen, o que se generen nuevas aplicaciones excesivas que no generan resultados. Hay una gran ventana de oportunidad pues hoy todavía no existe una feria online que funcione de forma óptima en lo virtual. El resto está en generar nuevos formatos de ferias y exhibiciones en lo virtual, pero especialmente en lo real.

Mientras tanto, el reto es lograr que los coleccionistas se sientan cómodos al comprar arte en línea con lo que esto implica. El formato virtual exige mucho de un coleccionista y nuestra misión es aligerarle la experiencia y hacerlo de forma profesional y transparente, pues para que realmente se pueda apreciar la obra, el coleccionista dedicará tiempo a ver el pdf, el video, la entrevista, a leer el artículo, el texto curatorial, revisar los datos técnicos, los tamaños, los valores y todo eso a lo que está habituado cuando compra un viaje, un auto, un gadget o incluso un seguro, pero que no suele hacer con el arte. Habrá que acompañarlo en el proceso.

Por el contrario, en el mundo real, ya sea en una exposición, una feria o una galería de calidad, cuando un comprador de arte goza la pieza en vivo, no necesita la explicación pues tiene una experiencia estética, por lo que si le gusta y le alcanza, lo compra.

Por eso creo que habrá un renacimiento de lo real, no para todos desde luego, pero ese público que aprecia y exige, seguramente asistirá a ferias y galerías siempre y cuando le resulte novedoso y seguro. En mi opinión el reto es utilizar lo virtual como una herramienta, una brújula para luego acceder a lo real, al arte que desde la pintura rupestre hasta cualquier pabellón inmersivo de la Bienal de Venecia, se ha disfrutado de forma multisensorial en vivo. 

—En el caso de ALMANAQUE fotográfica, ¿de qué manera han mantenido el contacto con sus públicos?

En mi caso, decidí hacer una serie de video-retratos con cada artista para generar un contenido exprofeso para el mundo online. Se trata de pequeñas producciones audiovisuales hechas en casa como el pan que aprendimos a hacer en el confinamiento, que son en sí mismas un contenido artístico, pues son pequeños clips editados, musicalizados y traducidos que permiten asomarnos a la obra a partir de tres aspectos que utilicé como eje con todos los artistas: una entrevista con cada uno, una serie fotográfica presentada por ALMANAQUE y una reflexión sobre su experiencia, a partir de su obra artística, no del COVID-19; sino de sus consecuencias, es decir: del fenómeno del distanciamiento social, el gran vacío y el confinamiento. El resultado fue maravilloso.

Cada semana enviamos un newsletter con información del artista y el link al video que puede verse en nuestro canal de YouTube.

A la serie le puse ALMANAQUE-Video-Portraits y ha sido un termómetro fantástico para compartir, en una conversación profunda, la experiencia más común que tendremos todos los que habitamos el planeta, desde diferentes lugares del mundo: Danila Tkachenko en Rusia, Edouard Taufenbach en Francia, Fernando Bayona en España, Aglaé Cortés y Pablo Ortiz Monasterio en la Ciudad de México, Alejandro Chaskielberg en la Patagonia, Mara Sánchez-Renero [de México] que quedó varada en Colombia, José Luis Cuevas regresando de Japón, Jesús León desde las calles vacías de la Doctores o Ricardo Nicolayevsky desde su departamento. [Todas las experiencias] de tan personales, nos han enriquecido.

Además de que ha sido una terapia para mí el realizar la edición, la musicalización, la traducción y todos los aspectos del video-retrato como un documentalista, reafirmamos relaciones entrañables con los artistas, lo compartimos con nuestro público y tuvimos muy hermosos resultados. Por un lado, la serie fue premiada por el programa Contigo en la Distancia de la Secretaría de Cultura pero, sobre todo, estamos muy cerca de los artistas y de nuestro público conociéndonos mejor e integrando una comunidad. Para mí ha sido además, reafirmar por qué colaboró con artistas proféticos, comprometidos y muy talentosos.

La invitación es que disfruten y se den el tiempo de ver cada retrato en nuestro canal de YouTube, que nos visiten por cita [en la galería y que] por ahora apoyen una escena vital de la vida de las ciudades de todo el mundo: la escena de las galerías independientes. Y, por supuesto, si pueden, compren arte pues además de ser un momento donde encontrarán precios atractivos, apoyarán a un artista, un proyecto comprometido en la difusión del arte e invertirán en eso mágico que genera una experiencia estética.

ALMANAQUE fotográfica es una galería dedicado a la fotografía contemporánea y las artes visuales enfocadas en la imagen como herramienta de producción artística. Actualmente es posible visitar la galería previa cita. Para más informes, escribe a [email protected]

 

Kerstin Erdmann | Socia de OMR y directora de la Maestría en Arte Contemporáneo, mercados y negocios en CENTRO

Foto: Nuria Lagarde. Cortesía.

—Experimentar el arte a través de la red ha sido una tendencia en ascenso en las últimas décadas, que la contingencia sanitaria ha exacerbado. Ferias, museos y demás eventos culturales y artísticos han tenido que mudar sus programas al entorno digital. Este contexto, ¿que ha representado para tu práctica? ¿Qué crees que supone esta nueva realidad para la experiencia estética?

Es una pregunta amplia, pero me gustaría empezar por algo positivo, porque al final teníamos esta tendencia de que nos íbamos a mudar a una entorno digital poco a poco y la pandemia ha acelerado este proceso, entonces de alguna manera se ve la gran capacidad de adaptación de todos estos sectores. Sin embargo, ahora mismo todos estamos de acuerdo en que la experiencia digital no va a reemplazar lo vivencial o presencial; creo que cada vez más existe el deseo de experimentar una obra de arte o una exposición, un encuentro, un viaje o muchísimas otras cosas. Al final, cada uno nos damos cuenta de lo afortunados que éramos; una situación que ahora extrañamos mucho más.

Por un lado una exposición virtual debe tener un extra; algo que no puedes ver dentro del espacio y el gran reto es cómo puedes hacer que se distingan estas posibilidades y en un futuro cómo puedes entender que lo digital tiene un rol que se puede desarrollar, una potencial de crecimiento y de experimentación, sobre todo si no puedes ir al lugar.

En CENTRO hemos dado conferencias, que también la preparación de las mismas ha permitido que esté muy involucrada en las plataformas que surgen. En estos meses he explorado mucho y seguido de cerca el cambio que podría surgir en el mercado, junto con nuevas posibilidades de trabajo que pueden existir.

CENTRO OnLive. Profesor dando clase.

Foto: CENTRO OnLive. Cortesía.

Está muy presente el reto de cómo llegas a nuevos públicos a través de estas formas digitales. Mucho de lo que sucede a nivel de galerías o ferias es que mucha gente te visita, incluso por videollamada, al stand de la galería. Esto en algún momento se va a agotar, porque el encuentro con una sorpresa, cuando caminas por los pasillos de una feria y ves de lejos una pieza que te llama la atención, es muy difícil de lograr en un entorno digital.

 

—Las versiones en línea, ¿son una opción para mantener activo el mercado del arte y el sistema de ferias

Para empezar, el mayor reto es dimensionar las consecuencias que esta crisis va a representar, a nivel de desempleo y de qué tan golpeada está la economía mundial. Las primeras cifras en México demuestran que desde que empezó la pandemia hasta hoy, más de 10 millones de personas perdieron su trabajo, entonces hay que ver realmente qué tanto ha afectado la crisis en la economía —cuyas consecuencias, se estima, podrán verse hasta 2025.

Sin duda alguna esto significa que todo lo que estamos haciendo está cambiando y lo importante dentro de la escena del arte es cómo podemos sobrellevar esta situación de mucha incertidumbre para muchísimas personas, quienes hemos estado encerrados, con algo de miedo, algunos que desgraciadamente han perdido a un familiar o se han enfermado. Son muchas cosas que cada uno vive, entonces vale la pena ver qué posibilidades tenemos dentro de esta situación y cómo esto puede ser un incentivo para dirigirnos hacia un mejor futuro, o hacer un cambio para bien.

Es claro que las ventas por todos lados están bajando. Se habla de en las casas de subasta de nuevos récords digitales. Y es obvio: es claro que van a subir las cifras por ventas digitales. Los registros de ventas del mercado del arte a nivel global mostraban que las ventas en línea eran de un aproximado del 9%, pero seguramente después de esta pandemia veremos un aumento considerable; sin embargo habrá que comparar los números de las ventas totales que se hacían antes con las de ahora, aunque es cierto que hay una buena cantidad de personas que ya están acostumbradas a comprar en línea, porque ya conocen al artista.

Dentro de CENTRO, las clases de Zoom sí son un poco más pesadas, porque profesores y alumnos pasan mucho tiempo frente a la pantalla. De hecho  ya bajamos el número de horas, pero también la gran ventaja es que a veces puedes tener una visita que antes —por cuestiones de tiempo y espacio— no se hubiera podido hacer. Eso le brinda cierto dinamismo a las clases: los alumnos de la maestría [en Arte Contemporáneo, mercados y negocios] hablaron con una coleccionista de Los Ángeles, algo que hubiera sido muy difícil de gestionar a nivel presencial.

 

—En el caso de la galería OMR y CENTRO, ¿de qué manera han mantenido el contacto con sus públicos y alumnos?

Una de las estrategias que hemos utilizado es el contacto personal, todo el tiempo. Es muy importante estar disponible para preguntas, llamadas, correos, etcétera. Siento que he estado en contacto con más gente y de forma más continua que en una vida laboral convencional.  Al final, cuando planeas una visita a una galería con una coleccionista, se planea mucho más, pero actualmente la comunicación es constante. La gente tiene relativamente más tiempo disponible, pero es una realidad que también estamos trabajando mucho más.

Muchas veces las conversaciones empiezan para preguntar cómo estás. Creo que es una cosa que es bonita dentro del acelere: hacer ese chequeo y ver que todas las personas cercanas a ti o que estimas estén bien.

Creo que con los nuevos vínculos hay que pensar de manera creativa. Tuve en Art Basel un coleccionista nuevo y mantuvimos dos o tres llamadas, pero fue interesante ver el proceso: en una feria real jamás hubiera tenido llamadas de una hora con un coleccionista nuevo, porque todo es más rápido y hay mucha gente.

Al final creo que la noción del tiempo —en términos laborales y profesionales— ha sido una cosa que cambió. Esto ha implicado una forma diferente de acercarte a una pantalla e interactuar, porque no hay de por medio ningún contacto físico incluso con las personas que ya conoces. Es algo más lento e implica hacer preguntas diferentes.

 

—¿Hay especialmente alguna actividad digital para la que quieran invitar a nuestros lectores?

En OMR estamos trabajando en la documentación y el archivo de cada uno de los artistas, para ver qué es lo que tenemos. Ya lanzamos la primera exposición en línea en Artsy, estamos trabajando en unas ideas para futuras exposiciones digitales. La idea para la siguiente exposición es presentar algo de Jorge Méndez Blake y habrá transmisiones de lectura de poesía. Creo que hay que estar cien por ciento abiertos a un cambio, ser flexibles, creativos y hacer lo mejor posible.

Julieta Aranda. Cortesía de Galería OMR.

En el caso del CENTRO, procuramos que todas las conferencias y conversaciones que estamos haciendo ahora mismo, sigan vigentes. Es un poco extraño, pero es verdad que la vida no será igual que antes.

Creo que el híbrido debe ser una posibilidad. En CENTRO no estábamos tan flexibles con la idea de que si estás fuera, puedes conectarte a la clase. Yo creo que ahora mismo es una opción mucho más viable: si tienes un viaje o algo así, te puedes unir por Zoom y no pierdes la clase.

Creo que este distanciamiento nos ha mostrado que muchas cosas las dábamos por hecho y esto de alguna forma debería abrirnos los ojos para ver que son tiempos en los que hay que repensar todos nuestros actos y cómo estamos interactuando.

 

—Kerstin Erdmann es socia de OMR, galería que participa en las ferias de arte más importantes y representa a artistas con presencia en exposiciones y bienales internacionales, además de ser directora de la Maestría en Arte Contemporáneo, Mercados y Negocios en CENTRO en alianza con Sotheby´s Art Institute.  Ha colaborado con el Museo de Arte Carrillo Gil CDMX, MACO Oaxaca, MUSAS Hermosillo como curadora invitada y ha trabajado en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) en el área de relaciones interinstitucionales y exposiciones itinerantes. Ha impartido seminarios sobre el mercado internacional de arte  y ha contribuido con publicaciones sobre la escena del arte contemporáneo en México.  Es Maestra en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana, CDMX y Licenciada en Ciencias de la Cultura por la Universidad Europea Viadrina, Frankfurt (Oder) Alemania.

 

 

Museo Amparo | Ramiro Martínez, director

Director de museo. Museos en México.

Retrato de Ramiro Martínez. Tomada de https://puebla.guiaoca.mx/es/contenido/lecturas-de-un-territorio-fracturado/

—Experimentar el arte a través de la red ha sido una tendencia en ascenso en las últimas décadas, que la contingencia sanitaria ha exacerbado. Ferias, museos y demás eventos culturales y artísticos han tenido que mudar sus programas al entorno digital. Este contexto, ¿que ha representado para el Museo Amparo?

Si bien como comentas es una tendencia con la cual las instituciones hemos venido trabajando desde hace algunos años, la contingencia aceleró la necesidad de replantear la red como parte integral de nuestros programas públicos más allá de un medio de difusión. Es un reto que amplía nuestra concepción de comunidad y nos obliga a revisar nuestros objetivos de comunicación.

 

—En el caso del Museo Amparo, ¿de qué manera han mantenido el contacto con sus públicos?

Una semana después de cerrar nuestras instalaciones de manera temporal, se presentó un programa en línea que, utilizando materias de archivo, atendía a los intereses de nuestros diversos públicos —adultos, niños, personas con un interés académico, etcétera. Posteriormente empezamos a producir materiales hechos específicamente para la situación que atravesamos.

Museos virtuales. Museo Amparo.

Tomada de la web del Museo Amparo.

 

—El Amparo en casa lleva a cabo un programa diverso para todos los públicos. Los tutoriales, que son atendidos tanto por niños como por adultos; Sala de estar, Sala de espera, que responden al momento a través de artistas de disciplinas diversas y Quehaceres, dialogo con artistas, curadores e investigadores.

 

Obras de Arte Comentadas | Baby Solís

Foto: Cortesía.

—Experimentar el arte a través de la red ha sido una tendencia en ascenso en las últimas décadas, que la contingencia sanitaria ha exacerbado. Ferias, museos y demás eventos culturales y artísticos han tenido que mudar sus programas al entorno digital. Este contexto, ¿que ha representa para ti y para tu práctica? ¿Qué crees que supone esta nueva realidad para la experiencia estética?

Obras de Arte Comentadas es un proyecto en su mayoría digital, incluso antes de la contingencia sanitaria. En ese sentido, esta situación no ha representado algo nuevo en la forma en la que el proyecto se desempeña. Lo que sí ha ocurrido es que he podido participar en actividades que, de haber sido presenciales, no hubiera sido posible.

Mi forma de conocer un montón de propuestas artísticas ha sido remota y, contrario a lo que varixs suponen, no considero esto una experiencia diluida. ¿Han pensando en la cantidad de personas que no viven en ciudades con instituciones artísticas boyantes y su forma de relacionarse, conocer, enterarse, estudiar, siempre ha sido en el entorno digital? ¿Son estas experiencias inferiores? A mi parecer, no. Pero si se tiene un punto de vista centralista, quizás la respuesta a esa pregunta sea un sí. Las pantallas no han reducido mi perspectiva, al contrario, me han ayudado a florecer.

 

—Dentro de ODAC, ¿hay alguna iniciativa de tipo digital en la que estés participando o que hayas generado?

Creo que ODAC en sí ya es una iniciativa de tipo digital. Si hablamos de durante la pandemia, lo que hemos hecho ha sido la Bienal de la Salud, la playlist Reproducción automática_2020, abrir convocatorias para que más personas curen lo que aparece en la página.

 

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—Recomiéndanos una iniciativa, que tenga solamente presencia en la esfera digital y cuyos alcances y propuesta te parezcan interesantes.

La Concha Eléctrica, creada por la artista Andrea Villalón. Creo que es una de las cuentas que ha tenido más impacto y que ha probado lo importantes que pueden llegar a ser las iniciativas expositivas en línea. He visto otros proyectos surgir, no sé si a raíz de ella, pero sí podría decir que utilizan el mismo formato: invitar a un artista o agente del arte a administrar la cuenta por una semana, después elegir a otrx y así ir rotando y alimentado el proyecto, de forma colectiva.

La Concha Eléctrica trabaja exclusivamente con mujeres, esto corresponde a una decisión desde el feminismo. Creo que en ese sentido también puede ser un referente como archivo contemporáneo feminista/de arte hecho por mujeres, que además, opera de forma independiente a cualquier institución.

 

Baby Solís estudió la especialidad en Gestión Museográfica en Casa Lamm (Ciudad de México) y la Maestría en Arte, Análisis y Decodificación de la Imagen Visual en el Instituto Helénico (Ciudad de México). Ha laborado de manera independiente como curadora, museógrafa e impartiendo diversas ponencias de temas relacionados con el arte contemporáneo. Actualmente se dedica a la divulgación a través de su proyecto Obras de Arte Comentadas.

 

Rafael Toriz | Escritor y crítico cultural

Foto: Cortesía.

—Experimentar el arte a través de la red ha sido una tendencia en ascenso en las últimas décadas, que la contingencia sanitaria ha exacerbado. Ferias, museos y demás eventos culturales y artísticos han tenido que mudar sus programas al entorno digital. Este contexto, ¿que ha representado para ti y para tu práctica?

En efecto, la pandemia ha potenciado y acelerado procesos que ya venían sucediendo en relación a la digitalización de la vida social, estancia que en el presente ha dejado de ser una experiencia paralela o complementaria a la visita a un museo, la asistencia a un concierto exposición o una obra de teatro y se ha transformado en una práctica en sí misma, mediada sin embargo por la pantalla.

Por mi parte, estoy convencido de que en las artes de la representación el componente humano juega un papel esencial, por ello y en principio vivo el estado actual como un empobrecimiento antropológico que redunda en una pauperización de la experiencia estética en el sentido de que nos encontramos extirpados del cuerpo social de todos los días. El consumo de contenidos en línea, estancia que si bien plantea sus propios códigos y derivas y sobre todo actúa como analgésico, no está facultado para sustituir la experiencia de la carne, como sucede en el caso del sexo y el cybersexo (el anacronismo es deliberado).

Reafirmando una profunda vocación anacrónica y ludista, creo que solo a través del sentido plural y festivo que somos estando juntos es posible articular una terapeútica para los estragos de la vida en sociedad, en aras aspirar a un porvenir donde la experiencia estética tenga pleno sentido, que es el sentido de la experiencia misma.

Por lo demás, creo que los grandes ganadores de las nuevas maneras de experimentar y consumir arte son unas cuantas plataformas extractivistas que por fortuna nos obligan a pensar el lugar de los museos, las salas de concierto, los salones de clase, los foros, las galerías, el ágora y las plazas públicas como espacios liminales en el presente para imaginar nuevas formas de resistencia y estrategias micropolíticas. 

Aunque se pueda, no creo que se deba separar la experiencia estética del peligroso y necesario contacto con el cuerpo de los otros a mediano y largo plazo.

 

—¿Cómo crees que además afecta la práctica de los artistas?

No me encuentro en condiciones de emitir una opinión macerada al respecto, pero sin duda esta nueva «covida» abre nuevas oportunidades para el flujo de contenidos, exposición de materiales, vínculos en línea y formas de organización inéditas o al menos apenas exploradas: cada crisis trae consigo su carreta de oportunidades. No obstante, en un sentido más amplio, lo veo esencialmente como una pérdida: primero antropológica, luego monetaria y finalmente espiritual. No hay manera de que la vida en línea pueda sustituir la riqueza del contacto corporal, con su necesaria dosis de fragilidad, ambigüedad y miseria. Ahora estamos en este estado porque es lo único que nos queda, pero no es una elección legítima. No al menos por ahora y no para la mayoría.

 

—Hay alguna iniciativa de tipo digital en la que estés participando…

Actualmente me encuentro cocurando la muestra del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires de la generación 2019-2020, y lo que en inicio sería una muestra colectiva como tantas otras, ha derivado en un sólido y continuo trabajo en línea en donde las sesiones de trabajo virtuales han imprimido un espíritu nuevo a la muestra, necesariamente positivo dadas las circunstancias. El horizonte imaginado sigue siendo una inauguración post-pandemia hacia octubre o noviembre, pero la realidad es que todo el trabajo de investigación, coordinación, diseño y debate ha tenido otro cariz a causa del trabajo que hemos venido realizando de manera sostenida durante todo el año en línea.

 

—Recomiéndanos una iniciativa, que tenga solamente presencia en la esfera digital y cuyos alcances y propuesta te parezcan interesantes.

Como parte de su residencia digital, la gente de newmuseum.org compartió la segunda temporada de DISTANCIA, una serie de videos cortos creada para ser transmitida en línea que utiliza cualidades ficticias y sensuales para iluminar las conexiones humanas con un paisaje lleno, en este caso, la Tierra del Fuego. El último episodio, titulado «Ecoficticon at the End of the World», contó con la participación de Camila Marambio y Carolina Saquel, creadoras de la serie y con el artista sonoro Ariel Bustamente. Aparece también el antropólogo Michael Taussig, quien es garantía de pensamiento electrizado.

 

—Rafael Toriz. Escritor y crítico cultural. Ha publicado los libros Metaficciones, Animalia, SerenataDel furor y el desconsuelo, La ciudad alucinada y el montaje autobiográfico La distorsión, publicado por Random House. Recientemente seleccionó, tradujo y prologó el libro Galaxia de un hombre solo. Verso, prosa y miscelánea de Fernando Pessoa publicado por la Universidad Veracruzana con el apoyo de la Direção-Geral do livro dos Arquivos e das Bibliotecas de la República Portuguesa.

 

 

 

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Retrato de Ramiro Martínez. Tomada de https://puebla.guiaoca.mx/es/contenido/lecturas-de-un-territorio-fracturado/