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Mujeres en el diseño: Renata Becerril, Marisol Centeno, Ivonne Lonna y Tania Zaldívar

Especial 07.03.2019

Como una forma de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, platicamos con cuatro diseñadoras para conocer sus experiencias en la disciplina.

Al hablar de diseño hecho por mujeres y de diseño en general, no se puede obviar que, coincidentemente, este 2019 la Bauhuas está cumpliendo 100 años. Aunque esta escuela no fue la primera en ofrecer cursos de diseño como una disciplina sistematizada —al menos en Europa—, su influjo fue tan determinante, que hoy se considera como el emblema de la profesionalización del diseño.

A diferencia de otras instituciones universitarias de principios del siglo pasado, la Bauhaus ofreció en su manifiesto la posibilidad para que mujeres se matricularan; ahí se establecía: «Serán admitidas todas las personas sin antecedentes, sin limitaciones de edad ni sexo».

A pesar de este avance —revolucionario para la época— hoy se reconoce que, tanto la Bauhaus como la escena del diseño en general de las primeras décadas del siglo XX, tendía a invisibilizar el trabajo de las diseñadoras, y que durante décadas éstas estuvieron supeditadas al reconocimiento a sus maridos.

Gracias a algunos estudios, hoy se está reconociendo la labor y los aportes que mujeres como Jane Morris, Georgina Burne-Jones, Anni Albers y Margarete Heymann hicieron a esta disciplina.

En México la cosa no es tan distinta. Aunque en nuestro país la disciplina es aún más joven: apenas en la década de 1960 se empezaron a impartir cursos de diseño en universidades, y si bien se reconocen algunos nombres como Clara Porset, la visibilidad de las mujeres en el diseño todavía tiene temas por solventar. 

Pero, ¿cómo viven actualmente las diseñadoras su propia disciplina? Platicamos con cuatro diseñadoras, quienes desde diferentes frentes aportan a la escena del diseño en México. A cada una le preguntamos: ¿cuál es el papel de las mujeres en el diseño, y qué debería cambiar? Además, les pedimos que nos recomendaran el trabajo de alguna o algunas de sus colegas. Aparecen en orden alfabético.

 

—Renata Becerril | Curadora e investigadora de diseño

Renata Becerril. Foto: Cortesía.

Me gustaría recuperar un texto que escribí hace tiempo para Código, donde menciono que en cuanto al trabajo de la mujer en el diseño yo veo tres etapas. La primera etapa vino con la revolución industrial, cuando la mujer obtuvo libertad por su condición de trabajadora. En la segunda etapa esa participación empieza a evolucionar, y la mujer ya no solo fue trabajadora, sino también creadora. Durante la Bauhaus, sin embargo, estas mujeres estuvieron asociadas a nombres de hombres, como Charlotte Perriand, que está asociada a Le Corbusier o a Lilly Reich, a quien casi nadie la conoce porque siempre estuvo asociada a Mies van der Rohe. En la tercera fase, que creo que es la que estamos viviendo ahora, la mujer está incursionando en los ámbitos intelectuales y conceptuales del diseño.

En México creo que la mujer ha ganado terreno. En el diseño, por ejemplo, históricamente han habido figuras que han sido fundamentales, como Clara Porset. Ella sentó un precedente al entrar en un mundo que, en ese momento, estaba constituido solo por hombres, y empezó a ganar terreno no solo en la producción sino también en la visibilidad. Más adelante, en la década de 1960, la primera mujer graduada de diseño industrial fue Aurora Campos Newman.

Creo que las diseñadoras en México tienen un papel en la construcción de un diseño tal vez menos técnico pero más emocional, en el sentido de que hay otras cualidades que persiguen las mujeres en su quehacer y que aportan un discurso mucho más enriquecedor a los objetos que genera.

CAPITALES es una galería itinerante de piezas one-off.

CAPITALES en ZONA MACO. Foto: Cortesía Renata Becerril.

Sobre qué creo que debe de cambiar… no creo que deba haber un cambio solo por una cuestión de género sino que, en general, tendría que haber cambios económicos y sociales. Y no creo que sea un tema de la disciplina, sino de la posibilidad de la mujer de insertarse en un sistema productivo. Evidentemente a las mujeres nos es más difícil, sobre todo las que tienen las responsabilidades de un hogar. Tal vez es más una cuestión social de que exista un equilibrio para que las mujeres puedan tener la misma cantidad de tiempo de trabajo que el hombre. Es más un tema que sucede en general y no algo propio de la disciplina.

Recomiendo el trabajo de Luisa Restrepo, que tiene varias de sus piezas en Ángulo Cero —la galería de Montserrat Castañón, otra mujer que ha impulsado el diseño en México. Luisa no es mexicana, pero lleva viviendo muchos años en México y toda su producción la ha hecho aquí. Es una diseñadora que está dedicada al vidrio, que me parece un ámbito poco explorado en nuestro país. Ocasionalmente Luisa invita a hacer colaboraciones a hombres, como a Diego Vides Borell o Pedro Cerisola.

Otra diseñadora es Laura Noriega. Lo que me interesa de ella es que ha logrado tener una presencia más allá de Guadalajara, a pesar de que en México el diseño está muy centralizado.

Renata Becerril (Ciudad de México, 1978) es curadora y crítica de diseño. Fue la directora fundadora del festival Abierto Mexicano de Diseño. Cuenta con una maestría en Curaduría de Diseño Contemporáneo por Kingston University y el Design Museum en Londres, en el que trabajó y del que es asesora para su exposición anual Designs of the Year. Ha trabajado para Vitra Design Museum, realizado exhibiciones para el Banco Mundial, el London Festival of Architecture, entre otras.

—Marisol Centeno | Diseñadora

Mujer cubierta con una prenda colorida sobre fondo rosa. Clásicos del diseño en México

Marisol Centeno. Cortesía de la diseñadora.

Respecto a mi gremio —el diseño textil— creo que es algo todavía más particular. En el caso del diseño textil, algo que para mí ha sido curioso —o no sé si también tiene que ver con un arraigo en la educación en México— es que cuando yo estudiaba diseño había una mirada un poco sesgada en cuanto a entender de qué iba el diseño textil. En ese entonces, me acuerdo que existía todavía esta perspectiva de que «las mujeres son las que bordan, hacen chambritas, etcétera».

Nunca he sentido que mis retos sean diferentes a los de mis compañeros, pero escucho a mis colegas hombres decir todo lo que hacen para trabajar con una empresa: Es lo mismo que yo sufro, pero nosotras tenemos un estigma machista encima, por ejemplo, al llegar a una fábrica recibo comentarios que estoy segura de que nadie hace a mis compañeros.

Además, quizá no sucede con las nuevas generaciones, pero en mis épocas el diseñador textil era una persona que se convertía en un jefe de compras, o el que ordena los escaparates de telas, sin embargo, formalmente en estas empresas no hay un departamento de desarrollo de diseño. Aquí ya podemos entrar en un montón de complejidades en los que se podría analizar en qué momento México se desconectó de la industria y el diseño, o si es cierto que el diseño es el reflejo de la cultura de un país. De ahí surgen otras cuestiones […] como dónde están las mujeres en ese contexto corporativo; en qué momento dejan de ser formalmente diseñadoras; por qué nunca crean o ejecutan con el valor más grande que tiene el diseñador, que es su capacidad de generar soluciones creativas.

Hablando del contexto actual, me acuerdo que, en mi tiempo, si tú bajabas al taller de diseño industrial [de la escuela] no había ninguna mujer, pero en mi último año de la universidad, el 60% de los estudiantes eran mujeres. Hay muchos estereotipos muy marcados en nuestra cultura en torno al diseño textil, como que si haces textil eres mujer o gay.

Me pongo a pensar dónde están las mujeres y, por lo menos en el contexto del diseño de producto o moda, creo que hay muchísimas mujeres trabajando: a lo mejor en arquitectura son mucho más visibles. Es una realidad que llevamos cierta desventaja en otros sectores, por un tema histórico de siglos, y que llegar a ese lugar conlleva muchas luchas que a nivel social o educativo están muy arraigadas, incluso en contextos que supuestamente son muy abiertos.

Marisol Centeno es la directora de la marca Bi Yuu.

Colección Norte 61 de Bi Yuu. Cortesía de la diseñadora.

Definitivamente, en el caso de las mujeres, en cualquier ámbito, tenemos este tema de equidad, de luchar, de enfrentar ciertos estereotipos [en el ámbito profesional y laboral]. Yo no adjudicaría necesariamente que porque el gremio es machista no hay presencia de diseñadoras mujeres. Las aulas están llenas de mujeres.

Ser emprendedor o generar un negocio en cualquier industria creativa en México ya es difícil, seas hombre o mujer. También creo que las plataformas para el diseño en México quizá todavía son pocas, pero eventos como el Abierto México de Diseño o el Design Week México ofrecen una amplitud enorme, y el tema de género no es algo que está en las plataformas en lo absoluto.

Sobre qué debería pensar, hablando en temas de equidad, considero que el trabajo debería ser reconocido porque es bueno. Al final, no porque seas mujer quiere decir que necesariamente eres muy buena o si eres hombre eres muy bueno.

Recomiendo el trabajo de Laura Noriega, Violeta Hernández, Andrea Velasco, Melissa Falcón y Kythzia Barrera.

—Egresada de la Universidad Iberoamericana, Marisol Centeno se especializa en diseño textil. Es fundadora de Bi Yuu, una marca de tapetes que opera bajo un esquema de comercio justo. Marisol Centeno ha colaborado para marcas globales como H&M, Adidas y Procter & Gamble; y con despachos de arquitectura nacionales e internacionales como Legorreta Arquitectos y Tatiana Bilbao. Su trabajo se ha presentado en la Dubai Design Week, el Museo de las Américas en Denver, y en museos y espacios culturales de México.

 

—Ivonne Lonna| Académica e investigadora

Foto: Cortesía Ivonne Lona.

Creo que el papel de la mujer en el diseño está, sobre todo, en ser formadora. En el diseño, durante mucho tiempo, los hombres no solo producían diseño, sino que también eran quienes lo enseñaban. Tiene relativamente poco que las mujeres nos estamos dedicando también a enseñar diseño: eso indica que la profesión ha madurado, se ha consolidado.

Yo no encuentro situaciones de discriminación por género, sino al contrario: creo que es una disciplina que sin problema permite distintas perspectivas. Creo que es más bien una cuestión de tener ideas y querer aportar. La disciplina se ha consolidado en México y ha permitido que mujeres también entren en la esfera. Hoy las mujeres tenemos más participación en los salones de clase, dando conferencias o escribiendo y reflexionando en torno al diseño.

Si tuviera que recomendar a alguien, sin lugar a duda, sería Ana Elena Mallet: ella es la persona que más ha investigado en el campo del diseño en México.

Ivonne Lonna es diseñadora gráfica y Doctora en Letras Modernas por la Universidad Iberoamericana. Investigadora de narrativas gráficas. Experta en diseño editorial. Curadora de exposiciones de arte y diseño como Metanarrativas. Arte, diseño y tecnología, en el Museo Franz Mayer y Radio Educación; y Layout México. Narrativas de la inconformidad, en el Centro de Exploración y Pensamiento Crítico, nueva sede de cultura de la Ibero. Autora de El libro álbum. Lecturas desde el diseño (Universidad Iberoamericana, 2017).

 

—Tania Álvarez Zaldívar | Diseñadora

Tania Zaldívar es diseñadora gráfica y artista visual.

Tania Zaldívar. Foto cortesía de la diseñadora.

Estoy un poco desconectada de México (actualmente estudio en la Universidad de Yale), pero creo que la atención hacia los diseñadores hombres no solamente es una tendencia que existe en México, sino que es global. Esto es una cosa que se está modificando y tiene que ver con cuáles son los medios que están haciendo publicaciones sobre diseño, y quienes son las personas que están contratando a esos diseñadores.

Yo creo que en México, en el caso del diseño, tenemos a personajes como Renata Becerril, Ana Elena Mallet o Cecilia León de la Barra que son curadoras que tienen una voz mucho más fuerte y son también a quienes más conozco.

No creo que sea un problema de México, sino de cómo estamos abordando las jerarquías como sociedad. Desde luego me encantaría que hubiera más énfasis en el trabajo de las diseñadoras y no necesariamente en el de los diseñadores, pero también tiene que ver con cómo funciona el gremio de diseño gráfico en México. Creo que es un gremio un poco desorganizado, sin tantas alianzas, a diferencia de lo que ocurre en diseño industrial… veo muy pocos diseñadores gráficos que colaboran.

Tipografía Civilite de Tania Zaldívar.

Civilite, diseño de Tania Zaldívar.

Hay que ver a las nuevas generaciones: cómo están atacando un poco este tema. He sido un poco despistada de si hay discriminación racial o de si hay más trabajo de hombres que de mujeres, si les pagan más o no. Yo regresé de Holanda y me dediqué de lleno a trabajar, y realmente nunca sentí que se me negara un trabajo por ser mujer.

Recomiendo el trabajo de Luisa Restrepo. Ella es una artista de vidrio que hace desde joyería hasta instalaciones. Da talleres en Nueva York y expone. Tiene una trayectoria bastante larga. Es colombiana, pero vive en México desde hace diez años.

También recomiendo el trabajo de Montserrat Castañón, que tiene una galería llamada Ángulo Cero y estuvo recientemente en Zona Maco.

Y por último a Michelle Gratacós Arill, que es puertorriqueña, y tiene una marca llamada By Generations to Come. Tiene su oficina en México y tiene proyectos tanto locales como a nivel internacional.

Tania Álvarez Zaldivar es tipógrafa y diseñadora gráfica multidisciplinaria. Su trabajo se enfoca en  las artes digitales, el diseño de herramientas y el desarrollo de arte personalizado. Ha estudiado en escuelas de arte y en universidades de Vancouver, Ciudad de México, Sao Paulo y La Haya, entre otros lugares. Inició su carrera profesional con el tipógrafo Joan Carles Casasin (Base Design / Baselab), y en estudios de diseño gráfico como LoSiento, Mucho y Raquel Quevedo, con quienes comparte el Premio Laus 2012, en la categoría de diseño de alfabeto. Su obra ha sido publicada y expuesta internacionalmente. Actualmente realiza una maestría en la Escuela de Arte de Yale.

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