Los efectos del mes del diseño. La resaca de octubre
Columna 24.10.2018
Ana Elena Mallet
Ana Elena Mallet, gestora y curadora de diseño, se incorpora a Código como columnista para reflexionar sobre los eventos de diseño que se presentaron en octubre.
Terminaron las semanas del diseño, las ventas, ferias y festivales. Octubre, mes del diseño está por llegar a su último día y apenas doy crédito de la profusa cobertura mediática y la gran cantidad de actividades que inundaron la ciudad. Tantas que, realmente, fue imposible seguirles el paso. Las que pude ver me hincharon de orgullo. Inédito en el Museo Tamayo fue realmente una sorpresa: diseñadores jóvenes, buenas propuestas y piezas de muy buena calidad. El Pabellón de comunicación visual del Abierto Mexicano de Diseño una bocanada de aire fresco y una oportuna revisión. Apenas puedo creer que hace doce años en una reunión con directores de las carreras de diseño de distintas universidades, un grupo de promotores insistíamos que todos debíamos colaborar para tener un mes del diseño al año con el fin de que la disciplina permeara a nuevos públicos y fuera posible generar, primero, una cultura del diseño, luego una conciencia y, por último, demanda para tener un mercado interno fortalecido. Tenemos ya nuestro mes del diseño con múltiples actividades, exposiciones, conferencias, fiestas, cocteles e historias en Instagram, pero la cultura del diseño, la consciencia y la demanda ¿han llegado?
Este 2018, Design Week México cumple diez años, el Abierto Mexicano de Diseño, cinco, y la CDMX tuvo el título de Capital Mundial del Diseño. Además de los múltiples y cotidianos bazares de diseño, La Lonja cumple ocho años y Caravana Americana y Atalaya se pelean el lugar por la feria de ventas y exportaciones del diseño en México. Y, a esto, hay que sumarle los seminarios, conferencias y foros académicos que universidades públicas y privadas organizan anualmente. La carnita está ahí, material de diseño hay, pero ¿y luego? Creo seriamente, que en este momento de desenfreno y de resaca post mes del diseño hay que hacer un alto en el camino para reflexionar y preguntarnos: (confieso que las preguntas no son nuevas, las he hecho en diversas ocasiones en distintos foros y textos, pero siento que no tenemos aún respuesta) ¿Para quién estamos trabajando? ¿Estamos realmente generando una cultura del diseño? ¿Trabajamos para crear audiencias preparadas para ver diseño y consumidores informados para comprarlo? ¿Cómo pasar de hacer eventos de diseñadores para diseñadores, a eventos para usuarios conscientes, responsables e interesados en el diseño? ¿Estos eventos han incrementado la producción nacional? ¿Para qué sirve el diseño en este momento en nuestro país? ¿El diseño esta llegando a todos los extractos sociales de México? ¿Esta resolviendo necesidades? ¿Acaso el Estado entiende qué es el diseño y para qué sirve? ¿Y la industria y la iniciativa privada?
Si logramos encontrar respuesta tan solo algunas de estas preguntas, entonces, todo habrá valido la pena.
Ana Elena Mallet
Es curadora independiente especializada en diseño moderno y contemporáneo de México.
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